El
romance ha sido una vertiente importante de la imaginación poética
que durante siglos todo el mundo conjugó. Algo así como
hoy ocurre con ciertos programas de TV, con la diferencia de que aquello
se hacía en octosílabos cantados.
Fiel al mundo en que surgieron, reproducían -como hoy la TV-
los modelos sociales y culturales que lo estructuraban, ya desde épocas
remotas. Jerarquización de valores que incluso hoy día
muéstranse reacios a la extinción.
Y cómo no, la mujer entraba en el paquete de los estereotipos,
que hasta los poetas más conspicuos usaron sin fisuras quizá
por culpa de esa misoginia general, y porque siempre se le saca más
partido si la imagen es satírica. Ella, en esa voz masculina,
sonaba con frecuencia más arpía que virtuosa, más
bruja que santa, casquivana antes que honesta, adúltera que bien
maridada... muestra palmaria de que el gen XY ha andado mucho tiempo
fuera de tiesto... no sé si desde la invención de la rueda.
De toda esa enorme producción romancística, yo he escogido
un grupo de ellos que para mí son muy significativos.
• La serrana de la Vera - devoradora de hombres.
• La infantina encantada - el hombre no responde
a las expectativas.
• Mariana Pineda - heroína de la libertad
y salvadora de hombres.
• Morilla de bel catar - antesala de la violación
en época morisca.
• El veneno de Moriana - dispuesta a la venganza
por no pasar de “querida”.
• Bernal Francés - Acaso una parte importante debido a la pérdida de la razón de la misteriosa Juana la Loca.
• Santa Elena - El santoral se halla pleno de ejemplos de mujeres sacrificadas... por algún varón antojadizo.
• Los comendadores y yo - Crimen pasional que
hizo época, Cantar magníficamente adaptado por Agustín García Calvo.
• La viuda Angelina - una mujer imprevisible.
Sean todos ellos, muestra y testimonio de un modelo de pensamiento, y de interacción secular entre géneros... llevado en este caso a las fronteras de la comicidad, siempre que las circunstancias lo aconsejen.